La historia la construyeron entre todos, escuchando las opiniones de sus compañeros, acordando y corrigiendo las diferentes versiones hasta llegar al final. Se realizó mediante la técnica de Dictado al Maestro.
La mujer de negro
Era un día tormentoso y gris. El Sr. García estaba mirando
el noticiero cuando una noticia espeluznante lo inmovilizó: “Misteriosas
desapariciones de niños en una escuela conmueve al barrio de Villa Urquiza. La
policía comenta que están investigando el caso y que pronto se resolverá”
García reconoció en las imágenes la escuela de su hijo.
Corrió hacia el teléfono y rápidamente lo llamó…Nada…Contestador…
Insistió con la llamada. Finalmente alguien lo atendió.
Escuchaba gritos de fondo, y una voz aguda y ronca susurró: “Si vuelve a llamar
o si llama a la policía las probabilidades de ver a su hijo con vida son nulas”
Desesperado, no sabía qué hacer. Decidió llamar a Ramirez,
su amigo detective.
Ramirez llegó y comenzó a interrogarlo:
-¿Cuándo y dónde fue la última vez que viste a tu hijo?
-A Matías lo vi hoy a la mañana. Lo dejé en la escuela.
-¿Adentro?
-Si.
-¿A qué hora lo llamaste?
-Alrededor de las cuatro y media.
-¿Estaba solo o lo dejaste con otra persona?
-Solo.
-¿Notaste una voz familiar en la llamada?
-No
-¿Quedó registro de la llamada?
-No…no tengo el servicio.
-¿Lograste escuchar algún ruido de fondo?
-…Ahora que lo pienso…escuché un pequeño campaneo…
El detective Ramírez pensó en toda la conversación y decidió
ir a investigar primero a la escuela. Se dirigió hacia allí y pidió hablar con
la Directora.
-¡Señor Ramírez! ¡Usted no puede entrar en la escuela!
¡Necesita la orden de un juez!
En ese momento aparece una auxiliar gritando:
-¡Desapareció otro chico!
Ramírez exclamó:
-¡Con que sabía!
Sin duda, el punto de partida era la escuela…pero había que
entrar. Justo habría un feriado y decidió que iba a entrar de cualquier manera.
Entró por el techo, cruzó el patio y se dirigió hacia la
cocina. Al entrar, descubrió sobre la mesa un diario con la noticia de La mujer
de negro… Justo en ese momento, escuchó una voz parecida a la de la llamada.
Por el vidrio notó una sombra en el otro patio y se dirigió
allí.
Una mujer caminaba, se dio vuelta, lo miró y empezó a correr
hasta que la pared la frenó.
El detective sacó su arma y dijo gritando:
-¡Deténganse! ¡Manos en alto!
Los vecinos escucharon los gritos y llamaron a la policía.
La mujer corrió hacia un cuarto. El detective la siguió. Al
ver que iba a ser atrapada, sacó un cuchillo e intentó matar a Matías -que
estaba allí atado- como había hecho con los otros.
En ese momento llegó la policía y la esposó.
Antes de salir de la escuela se dio vuelta y dijo:
-¡Volveré!...